lunes, 3 de diciembre de 2012

Todo delivery

Si de comida se trata, tengo que confesar que no me gusta cocinar para nada. No me gusta la cocina, no me gusta el proceso de preparar el alimento para ser degustado, no disfruto. Simplemente no lo hago y como es una gran espina en el pie, prefiero pedir la comida. Hay muchos tipos de deliverys, algunos de los que yo uso no requieren ni siquiera una interacción porque lo puedo pedir a través de internet y listo. No tengo que hablar con nadie, no me da ocupado, mando el pedido a través de una página y directo a mi casa. Más fácil que cocina, mucho más rápido y menos calor en la cocina. Porque en el verano se pone terrible el asunto. Me molesta tanto cocinar, pero se agrava en el verano por el calor que emite la cocina y cualquier artefacto. Por eso así no tengo que morirme de calor. A veces creo que me gustaría vivir en Alaska. Digo creo porque nunca estuve en Alaska, pero supongo que debe estar bueno. Aunque hay otros lugares más cerca de aquí donde se puede vivir en un ambiente más fresco. Ushuaia, por ejemplo, Tierra del Fuego, ahí donde están las ballenas, en Chubut o en cualquier lugar que no sea tan húmedo como Buenos Aires, porque acá cuando empieza el calor, se complica. Bueno, el aire acondicionado es una buena solución, pero igual en la calle hace demasiado calor, los colectivos no tienen aire tampoco y el subte es terrible. Se aglomera tanta gente que no se puede respirar y las traspiraciones se mezclan. Verdaderamente no se viaja bien en verano en Buenos Aires. Lo peor, los días de lluvia, donde la gente no habre las ventanillas de los colectivos y no se puede respirar ni siequiera, si es que en verano ya cuesta.